Estas poesías fueron escritas entre los años 2007 y 2011
viernes, 6 de marzo de 2009
Fragmento de un manifiesto
pero nosotros
partisanos de la palabra
lo sabemos:
una ciudad
no se establece sobre leguas
de sumisión
sino se yergue
en el instante de lo pronunciado
partisanos de la palabra
lo sabemos:
una ciudad
no se establece sobre leguas
de sumisión
sino se yergue
en el instante de lo pronunciado
Tiempo atrás
Ver en esta época, cómo en ciertos lugares, entre la podredumbre apagada del suelo, aparece un matiz de verdor, y allí se forman las hojas; y cómo ya formadas, en cierto momento se levantan y suben balanceándose por el aire, hasta que van a instalarse en un lugar preciso, en la yema de una rama, allá arriba. Ver a los pájaros formarse en el polvo, como si una mano invisible los amasara con la harina de la disolución. Y una vez formados, cómo alzan vuelo; agitando las alas hacia atrás, como siempre. Y después anidan; y a medida que pasan los días se van empequeñeciendo más y más, hasta que por fin se pliegan y se ocultan, hechos un ovillo, en un diminuto huevo moteado.
Pero hay quienes anuncian que sobrevendrá un trastorno; sucederá lo que ellos llaman un comienzo. Y a partir de ese cataclismo todo marchará a la inversa: hacia un final, una disgregación de cada ser, de cada cosa.
Y así el tiempo, nacerán las ciudades.
Pero hay quienes anuncian que sobrevendrá un trastorno; sucederá lo que ellos llaman un comienzo. Y a partir de ese cataclismo todo marchará a la inversa: hacia un final, una disgregación de cada ser, de cada cosa.
Y así el tiempo, nacerán las ciudades.
Oficio del armero y del músico
junto al fuego
en la noche
mientras se funde el plomo
para las balas
uno
entibia
las celdillas de la armónica
alimenta
con su aliento
las pupas
eclosionan
los números felices
en la noche
mientras se funde el plomo
para las balas
uno
entibia
las celdillas de la armónica
alimenta
con su aliento
las pupas
eclosionan
los números felices
Palán palán
el palán palán
es una ciudad transversa
se funda en una grieta
y ya no cede
el palán palán
es un alzamiento
de lanzas de ángeles exonerados
que agitan mudas campanillas de sofoco
el palán palán
es un torreón de felpa
allí
la dama de los alambiques
pare una estrella
caliente y desvestida
la estrella del palán palán
desquicia
los corrales del zodíaco
suelta las fieras
los poetas
se desbocan de pánico
Oficio del albañil
esta ciudad
donde las calles
nombran nombres de muertos
las calles
donde
largas
procesiones de acacias
lloran rosarios de ámbar
esta
ciudad de cortinitas
donde nunca
a través de una ventana
atisbarás un beso
donde ninguno canta
sin embargo
temprano
está silbando el albañil
sobre el andamio
una vez más
la música
dicta
el orden de las piedras
En recuerdo de Héctor Ciocchini.
donde las calles
nombran nombres de muertos
las calles
donde
largas
procesiones de acacias
lloran rosarios de ámbar
esta
ciudad de cortinitas
donde nunca
a través de una ventana
atisbarás un beso
donde ninguno canta
sin embargo
temprano
está silbando el albañil
sobre el andamio
una vez más
la música
dicta
el orden de las piedras
En recuerdo de Héctor Ciocchini.
Oficio del croto
el croto
bajo el puente
desconoce
las leyes ojivales
que en sus sesgadas nupcias
engendran un laúd
él es lutier de sí mismo
se ha ahuecado
de grey de patria
de labor y vecindario
enciende
un troncho de cigarro
un clavel rojo
hallado en la basura
y ahora
borracho y hueco
canta
banderín de ninguna causa
su voz
tremola
señales para otra orilla
bajo el puente
desconoce
las leyes ojivales
que en sus sesgadas nupcias
engendran un laúd
él es lutier de sí mismo
se ha ahuecado
de grey de patria
de labor y vecindario
enciende
un troncho de cigarro
un clavel rojo
hallado en la basura
y ahora
borracho y hueco
canta
banderín de ninguna causa
su voz
tremola
señales para otra orilla
Oficio de fundaciones
1
esta ciudad
un tajo
ha sido su comienzo
la sangre del hermano
abonando el cimiento
Muro y Castigo
así se funda
nos decían los Ancianos
2
Tarde o temprano la tierra confiesa.
En la placita donde fuimos novios
y antes niños
y pájaros
ahora
brotan astillas blanquecinas
al pie de las lavandas
la lluvia el viento
hna destapado
un cementerio
de cuando la conquista y la viruela
sus muertos
rotos
bajo los arriates
dos veces muertos
también
les han matado los nombres
3
pero
en las ciudades del Sur
en vez de usinas
hay jardines de molinos
molinos de viento
de pie en los altos barrancos
murmuran sus oraciones
suaves como máquinas budistas
iluminan sin ruido
son ciudades de papalotes
dibujadas por Xul Solar
quizás un día de estos levanten vuelo
quizás
están levantando vuelo
las ciudades
del Sur
fundadas
en el viento
esta ciudad
un tajo
ha sido su comienzo
la sangre del hermano
abonando el cimiento
Muro y Castigo
así se funda
nos decían los Ancianos
2
Tarde o temprano la tierra confiesa.
En la placita donde fuimos novios
y antes niños
y pájaros
ahora
brotan astillas blanquecinas
al pie de las lavandas
la lluvia el viento
hna destapado
un cementerio
de cuando la conquista y la viruela
sus muertos
rotos
bajo los arriates
dos veces muertos
también
les han matado los nombres
3
pero
en las ciudades del Sur
en vez de usinas
hay jardines de molinos
molinos de viento
de pie en los altos barrancos
murmuran sus oraciones
suaves como máquinas budistas
iluminan sin ruido
son ciudades de papalotes
dibujadas por Xul Solar
quizás un día de estos levanten vuelo
quizás
están levantando vuelo
las ciudades
del Sur
fundadas
en el viento
La ciudad del lago muerto
1.
La ciudad se mira en el lago
en el lago muerto
en sus aguas ahogaron campanas niñas
en su lecho
se recuestan
caballos cercenados en derrotas campales
caídos
ángeles de estuco
al lago muerto
los ríos de la sierra vienen a postrarse
como últimos pumas enfermos
la ciudad sigue danzando
con su tocado de joyas
y el lago degollado
en su bandeja
el lago
está
al final
de tanto
qué harán
en esta ciudad
encadenada a su espejo
qué harán
con el lago muerto
2
a no ser
irse en nubes
narradoras
jugando a las estatuas
o en raudales abajo
como faldas
de derviches danzantes
disolver
el espejo
que aparezcan
tras el azogue roto
los campos que se ahogaron
las huertas alforzadas
la capilla
el insondable monte de eucaliptos
las abejas sonoras
el gallo del inicio
y el arroyo
juglar
entre peñascos
haciendo malabares
de sí mismo
De una ciudad sin nombre
será esto
ciudad
una casita y otra
lentejuelas
iguales en la noche
cada una
su lámpara su perro
su nombre como un dije
será esto
una y otra
callecita
damero
sin azares ni premios
aquí un cerro
me dicen
allí hubo una laguna
y no les creo
en los aparadores
barcos
fetales en botellas
caracolas
negadas
a la ola y al viento
perdidas
en su propio laberinto
será esto
ciudad
ciudad
una casita y otra
lentejuelas
iguales en la noche
cada una
su lámpara su perro
su nombre como un dije
será esto
una y otra
callecita
damero
sin azares ni premios
aquí un cerro
me dicen
allí hubo una laguna
y no les creo
en los aparadores
barcos
fetales en botellas
caracolas
negadas
a la ola y al viento
perdidas
en su propio laberinto
será esto
ciudad
Ensalmo del farolito
Este farolito solo
en la esquina de dos calles
en qué piensa
madre
ese farolito fiel
para quién se esmera
para quién
para nadie
los portones de hierro negro
nunca se abren
para qué encienden faroles
quién apaga las ciudades
quién sabe
y este de la luz lisiada
mitad
renqueando en el viento
pero adónde
aunque pudiera
adónde iba a marcharse
en la esquina de dos calles
en qué piensa
madre
ese farolito fiel
para quién se esmera
para quién
para nadie
los portones de hierro negro
nunca se abren
para qué encienden faroles
quién apaga las ciudades
quién sabe
y este de la luz lisiada
mitad
renqueando en el viento
pero adónde
aunque pudiera
adónde iba a marcharse
Ensalmo con lluvia
escribo y llueve
como si fuera lo mismo
un viejo disco rayado
con una sola canción
porque se trata de que el tiempo duerma
porque se trata de que el tiempo muera
porque se trata de esperar que empiece
el tiempo
Las hormigas
1
Es su casa
me dicen
yo
no encuentro nada de ella
sus libros
dicen
esos
agolpados al borde de los vidrios
como las almas anhelantes de los muertos
cuánto que nadie les conversa
y está cerrado el cuarto de su infancia
quizás siempre lo ha estado
aún para ella
sólo se siente
un tiempo ardido
un aire
que crepita en la sequía
como una leña del monte
con cien años de sed en los tendones
2
pero
el patio
es una arabia
caravana de aromas
de inciensos y resinas
detenida
aquí padece
y reina
la magnolia
y la sófora
enciende
su innumerable candelabro de oro
y la sombra de toro
enristra sus moharras
y el molle
su carcaj
flechando soles
3
ella no cabe adentro de la casa
adentro
de vitrinas ni muebles
no cabe
en catastros ni ejidos
ni en la memoria de las buenas gentes
salvo
para romperla
salvo
para romperse
4
La magnolia agoniza
y al extremo
prorrumpe en flor
después
sus alas caen
enrojecen
en el ardor del tiempo
las hormigas
que no saben omitir
las hormigas
destazan
los pétalos
los sumen en su oscuro
a fermentar
qué vinos de dulzura
qué hongos
qué alucines
por eso
en tiempos de sequía
se ven
hormigas voladoras
En la casa de Olga Orozco, Toay.
Es su casa
me dicen
yo
no encuentro nada de ella
sus libros
dicen
esos
agolpados al borde de los vidrios
como las almas anhelantes de los muertos
cuánto que nadie les conversa
y está cerrado el cuarto de su infancia
quizás siempre lo ha estado
aún para ella
sólo se siente
un tiempo ardido
un aire
que crepita en la sequía
como una leña del monte
con cien años de sed en los tendones
2
pero
el patio
es una arabia
caravana de aromas
de inciensos y resinas
detenida
aquí padece
y reina
la magnolia
y la sófora
enciende
su innumerable candelabro de oro
y la sombra de toro
enristra sus moharras
y el molle
su carcaj
flechando soles
3
ella no cabe adentro de la casa
adentro
de vitrinas ni muebles
no cabe
en catastros ni ejidos
ni en la memoria de las buenas gentes
salvo
para romperla
salvo
para romperse
4
La magnolia agoniza
y al extremo
prorrumpe en flor
después
sus alas caen
enrojecen
en el ardor del tiempo
las hormigas
que no saben omitir
las hormigas
destazan
los pétalos
los sumen en su oscuro
a fermentar
qué vinos de dulzura
qué hongos
qué alucines
por eso
en tiempos de sequía
se ven
hormigas voladoras
En la casa de Olga Orozco, Toay.
Lo que callan las calles
1
Es tanto
lo que callan las calles
bajo el asfalto
están los adoquines
como niños hijos de reyes
ahogados en sus cunas
sus rodillas
marcadas
por cicatrices de aventuras
los adoquines
les tirábamos bulones
a reventar
cargados de potasio
con saña
para espantar al mundo
a los poderes constituidos
a las viejas del barrio
eran los tiempos de la resistencia
una señora
con permanente
se asustaba
deben ser los peronistas
decía
2
los adoquines
ahí abajo
recuerdan
el zapateo
de las herraduras
los caballos trotones
del lechero
el quintero
el panadero
venían
redoblando
desde un alba
de potreros y de cuadras
cloqueándonos
que todo estaba bien
que el mundo
se prestaba a mantenernos
otro día
los adoquines festejaban la noticia
rompiendo en chispas
3
adoquines
de 20
centímetros de arista
con hombros desparejos
de galeotes
en fila
o adoquines pequeños
granitullo
dibujando florones y abanicos
como antiguas labores de hilo
todos
están bajo el asfalto
con las muescas
que dejaban las mazas de diez kilos
de los presos
penados
les decían
que en Sierra Chica
tallaban el granito
cada uno
cada golpe
cada firma
de fuerza y pena
irrepetible
tanto
callan las calles
4
ni tampoco el asfalto
es inocente
es sombra
coagulada
sus petróleos
silencian
bosques de helechos derretidos
fétida
carne de dinosaurios
alas
de libélulas
debieran poner letreros
pisar con mucho cuidado
5
El barrio donde viví
en Córdoba
antes fue Pueblo
General Paz
lo planeó un arquitecto francés
calles y plazas
tendidas como gobelinos
acacias y lapachos
de ademán cortesano
rejas de balcones Segundo Imperio
segundo
imperio
con testas de leones en llamas
floreciendo
en el centro de un sol
una ciudad francesa
una alfombra de lujo
tendida sobre los campos de monte
donde en tiempos
crecían
yeguadas y entreveros
6
ahí
en General Paz
decían
hubo una laguna
y un tala gigantesco
en la calle Deheza
esto no lo vi escrito
en ningún libro
en ese lugar
habían peleado
caballos y lanzones
de cordobeses contra cordobeses
de federales contra liberales
la última batalla
las batallas
siempre son las últimas
ganaron los liberales
7
en 1940
descuajaron el tala
secaron la laguna
para facilitar el tránsito
ahora la gente
camino del mercado
pisa el campo de batalla
y no lo sabe
a comienzos de cada primavera
una bandada de pájaros da vueltas
llaman buscando el agua
los juncos
donde anidaban sus ancestros
hace treinta generaciones
los viejos
cuando charlan en las noches de verano
de silla a silla
en la vereda
remojan su memoria
en aquella laguna sin nombre
8
Cuando uno sabe algo
con certeza
dice
me lo sé de memoria
yo me lo sé de memoria
a Agustín Tosco
en marcha
por las calles de Córdoba
por más que esas calles
ahora callen
9
lo veo
Agustín Tosco
erguido
dando un primer paso
de una marcha de mil millas
aplomado
como una efigie
rampante
como el obrero
que venía marchando
desde 1936
desde un cartel
de la República Española
pero de medio perfil
está escuchando
a un compañero
que le dice algo
10
camina
Agustín Tosco
junto a Atilio López
el obrero
el que será elegido
vicegobernador
el que será asesinado
por el terror blanco
camina
por Vélez Sársfield
un paso y cae
el general Onganía
un paso y cae
el gobernador Uriburu
tan parecido al bicho que lleva su apellido
un paso y cae
el general Levingston
cuando camina
Agustín Tosco
junto a la muchedumbre
11
yo lo veo
de memoria
Agustín Tosco
el hombre
de Luz y Fuerza
el hombre de luz
el hombre de fuerza
camina
con la muchedumbre
camina
por Vélez Sársfield
hasta la esquina de San Juan
camina
hacia el presidio de Trelew
(sus compañeros
van a marchar
hasta que él salga libre)
camina
hacia el hospital
donde va a morir
demasiado pronto
hay hombres que a cualquier edad
han muerto demasiado pronto
Agustín Tosco
tantas calles caminó
y ahora ninguna lo nombra
tan firme fue
frente a los tiempos
y ahora
en una ciudad de tantas estatuas
no hay una
que imite su firmeza
12
De tanto en tanto
una nueva multitud
camina
por el centro de Córdoba
van por Colón y luego
por Vélez Sársfield
hasta San Juan
donde ahora hay un shopping
y nada cae
pareciera
que la multitud camina
del mismo modo que los pájaros
sobrevuelan
en círculos
el lugar donde estuvo la laguna
pero
quién sabe
13
Hay doctoras murgueras
y profesores
murgueros
eligen
aprender y enseñar
cuerpo y alma
en la murga
bailando carnavales
Han nacido 700 murgas
en los últimos cinco años
los gobiernos militares
las habían prohibido
ahora
en este país
célebremente triste
tenemos
más comparsas que regimientos
más murgueros que curas
venganza de la Candelaria
14
Tres veces por día
los noticieros de Buenos Aires
les avisan
a los automovilistas
tal avenida está cortada
por una marcha
por un piquete
a este paso
entre murgas y reclamos
van a gastar el asfalto
a este paso
van a aflorar los adoquines
van a contar
todo
lo que las calles
callaban
Es tanto
lo que callan las calles
bajo el asfalto
están los adoquines
como niños hijos de reyes
ahogados en sus cunas
sus rodillas
marcadas
por cicatrices de aventuras
los adoquines
les tirábamos bulones
a reventar
cargados de potasio
con saña
para espantar al mundo
a los poderes constituidos
a las viejas del barrio
eran los tiempos de la resistencia
una señora
con permanente
se asustaba
deben ser los peronistas
decía
2
los adoquines
ahí abajo
recuerdan
el zapateo
de las herraduras
los caballos trotones
del lechero
el quintero
el panadero
venían
redoblando
desde un alba
de potreros y de cuadras
cloqueándonos
que todo estaba bien
que el mundo
se prestaba a mantenernos
otro día
los adoquines festejaban la noticia
rompiendo en chispas
3
adoquines
de 20
centímetros de arista
con hombros desparejos
de galeotes
en fila
o adoquines pequeños
granitullo
dibujando florones y abanicos
como antiguas labores de hilo
todos
están bajo el asfalto
con las muescas
que dejaban las mazas de diez kilos
de los presos
penados
les decían
que en Sierra Chica
tallaban el granito
cada uno
cada golpe
cada firma
de fuerza y pena
irrepetible
tanto
callan las calles
4
ni tampoco el asfalto
es inocente
es sombra
coagulada
sus petróleos
silencian
bosques de helechos derretidos
fétida
carne de dinosaurios
alas
de libélulas
debieran poner letreros
pisar con mucho cuidado
5
El barrio donde viví
en Córdoba
antes fue Pueblo
General Paz
lo planeó un arquitecto francés
calles y plazas
tendidas como gobelinos
acacias y lapachos
de ademán cortesano
rejas de balcones Segundo Imperio
segundo
imperio
con testas de leones en llamas
floreciendo
en el centro de un sol
una ciudad francesa
una alfombra de lujo
tendida sobre los campos de monte
donde en tiempos
crecían
yeguadas y entreveros
6
ahí
en General Paz
decían
hubo una laguna
y un tala gigantesco
en la calle Deheza
esto no lo vi escrito
en ningún libro
en ese lugar
habían peleado
caballos y lanzones
de cordobeses contra cordobeses
de federales contra liberales
la última batalla
las batallas
siempre son las últimas
ganaron los liberales
7
en 1940
descuajaron el tala
secaron la laguna
para facilitar el tránsito
ahora la gente
camino del mercado
pisa el campo de batalla
y no lo sabe
a comienzos de cada primavera
una bandada de pájaros da vueltas
llaman buscando el agua
los juncos
donde anidaban sus ancestros
hace treinta generaciones
los viejos
cuando charlan en las noches de verano
de silla a silla
en la vereda
remojan su memoria
en aquella laguna sin nombre
8
Cuando uno sabe algo
con certeza
dice
me lo sé de memoria
yo me lo sé de memoria
a Agustín Tosco
en marcha
por las calles de Córdoba
por más que esas calles
ahora callen
9
lo veo
Agustín Tosco
erguido
dando un primer paso
de una marcha de mil millas
aplomado
como una efigie
rampante
como el obrero
que venía marchando
desde 1936
desde un cartel
de la República Española
pero de medio perfil
está escuchando
a un compañero
que le dice algo
10
camina
Agustín Tosco
junto a Atilio López
el obrero
el que será elegido
vicegobernador
el que será asesinado
por el terror blanco
camina
por Vélez Sársfield
un paso y cae
el general Onganía
un paso y cae
el gobernador Uriburu
tan parecido al bicho que lleva su apellido
un paso y cae
el general Levingston
cuando camina
Agustín Tosco
junto a la muchedumbre
11
yo lo veo
de memoria
Agustín Tosco
el hombre
de Luz y Fuerza
el hombre de luz
el hombre de fuerza
camina
con la muchedumbre
camina
por Vélez Sársfield
hasta la esquina de San Juan
camina
hacia el presidio de Trelew
(sus compañeros
van a marchar
hasta que él salga libre)
camina
hacia el hospital
donde va a morir
demasiado pronto
hay hombres que a cualquier edad
han muerto demasiado pronto
Agustín Tosco
tantas calles caminó
y ahora ninguna lo nombra
tan firme fue
frente a los tiempos
y ahora
en una ciudad de tantas estatuas
no hay una
que imite su firmeza
12
De tanto en tanto
una nueva multitud
camina
por el centro de Córdoba
van por Colón y luego
por Vélez Sársfield
hasta San Juan
donde ahora hay un shopping
y nada cae
pareciera
que la multitud camina
del mismo modo que los pájaros
sobrevuelan
en círculos
el lugar donde estuvo la laguna
pero
quién sabe
13
Hay doctoras murgueras
y profesores
murgueros
eligen
aprender y enseñar
cuerpo y alma
en la murga
bailando carnavales
Han nacido 700 murgas
en los últimos cinco años
los gobiernos militares
las habían prohibido
ahora
en este país
célebremente triste
tenemos
más comparsas que regimientos
más murgueros que curas
venganza de la Candelaria
14
Tres veces por día
los noticieros de Buenos Aires
les avisan
a los automovilistas
tal avenida está cortada
por una marcha
por un piquete
a este paso
entre murgas y reclamos
van a gastar el asfalto
a este paso
van a aflorar los adoquines
van a contar
todo
lo que las calles
callaban
Manifiesto para desfundar
dicho en voz baja
creo
más bien
en el adobe
el peregrino
mestizo
que fue tierra
y fue casa
y al final
vuelve abajo
a criar sementeras
y más confío
en el vado
que en el puente
el vado
que se allana
queriendo amigar orillas
Para mí
el Paraíso
es una quinta
sus ángeles
membrillo cerezo duraznero
están erguidos
sobre randas de almácigos
y no hay guardián con espada de fuego
ni candado
sólo
un portillo de maderas
un ganchito de alambre
lo abre cualquiera
con esta fe
desfundo
Lista de las poesías de este libro
Contiene Página
Fragmento de un manifiesto 5
Tiempo atrás 7
Oficio del armero y del músico 9
El palán palán 11
Oficio del albañil 13
Oficio del croto 15
Oficio de fundaciones 17
1. Nació de lo negado / esta ciudad
2. Tarde o temprano la tierra confiesa
3. El el sur / hay jardines de molinos
La ciudad del lago muerto 23
1. La ciudad / se mira en el lago
2. A no ser / irse en nubes
Será esto / ciudad 27
Ensalmo del farolito 29
Ensalmo con lluvia 31
Las hormigas 33
1. Es su casa / me dicen
2. Pero el patio / es una Arabia
3. Ella no cabe / adentro de la casa
4. La magnolia / agoniza
Las calles callan 41
1. Es tanto / lo que callan las calles
2. Los adoquines / ahí abajo
3. Adoquines / de 20
4. Ni tampoco / el asfalto
5. El barrio donde viví / en Córdoba
6. Ahí / en el barrio General Paz
7. En 1940 / descuajaron el tala
8. Cuando uno sabe algo / con certeza
9. Lo veo / Agustín Tosco
10. Camina / Agustín Tosco
11. Lo veo / de memoria
12. De tanto en tanto / una nueva multitud
13. Mi amiga/ es antropóloga y murguera
14. Tres veces por día / los noticieros de Buenos Aires
Manifiesto para desfundar 67
Registro Dirección Nacional del Derecho de Autor Exp. Nº 734879
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